domingo, julio 29

Música maestro!


Miro la esquina de la pantalla, sucia. Se pasó un 86% de alguna descarga por el recorrido de los ojos hasta llegar a mis uñas, sucias. Uno que otro brillo, del cinturón debe ser, para hacer bailar la pupila. Y no encontré nunca la palabra que buscaba para el punto anterior. Saca tu machete, dijo la señora que me mueve entre tambores. Susana Baca, se llamaba. Entretanto, no me disponía a…

¡Música percusienta, maestro! No, más vertiginosa, acelérele. No, no, no, instrumental, además no me gusta esa voz. Le rogaría algo un poco más...mhm. Por ahí va...ahí! Perfecto.

Me acomodaría para hablar, pero se me cansa la lengua, digo yo. En un abracadabra, en uno de los más cómodos, torno mi bla-blá en clac-clac sin notarlo y no me agrada. Sonrío por habilidosa, por pilla y por aplaudir a los oídos blancos, planos. Ya está, es. Que me corten los dedos y me abran la boca.

Hace sed, hambre, y mi automaticidad se divierte con los tambores y saxos hambrientos de mi danza dactilar. Retroalimentación frenética.


Lectorcito, ¿estás tan ensordecido como yo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

*


"... por susana me paso, ahora me vienen ritmos negros, y me da por golpear un cajon que entrega unos ricos ritmos, dejo las ganas de bailar para cuando me toque danzar con júbilo, celebrando el triunfo de algun golpe de estado de mi cerebro a mi cuerpo ..."



salúD!

LEITENMOTIVS dijo...

desapareciste :D
kizas es mejor asi...

tenia razon!